POR ROBERTO GUILLEN
En el Palax Restaurant Blanquita Guzman una vez hace vibrar mi Pluma y fustigar un posible adomercimiento de la conciencia.
Ella encarna la voz actuante de la Denuncia.
Y no tiene tiempo de perder el tiempo.
Al grano, periodista, al grano…tal es el rictus que dibuja la geografía de sus 70 años en lucha constante por los desprotegidos.
Y ahora que lucha encabezas Blanquita?
La interrogo mientras hurga en su smartphone el video que le tomó a la oficina de Correos de México, ubicada en la colonia Cuauhtémoc, San Nicolás de lo Garza.
Guillén, tenemos que defender lo que es nuestro, mira…mira como está la oficina, la están dejando caer, tal como lo hicieron con la fundidora, y luego para que entren otras empresas y extranjeras…
El nacionalismo de Blanquita es como un perfume que flota en el Palax. Junto a ella está su compañero de vida, Gabino, un ex minero de la Fundidora Monterrey.Ambos protagonizan el duo dinámico de San Nicolás, que no vacila en ir a plantarse con megáfono en mano a la plaza municipal y espetarle sus verdades y atropellos al alcalde en turno.
Su sensibilidad ha cobijado a los carretoneros, a los bandereros, a la gente de la calle. Y su rabia la ha estrellado contra los hampones de la banca.
«Mira Guillén, la oficina de correos no tiene estacionamiento, ni rampas para discapacitados. A parte, quiero decirte que este fue un terreno donado por Conagua, y hay espacio para hacer las adecuaciones.
Una vez que recorremos su video-denuncia, observamos unas paredes despintadas,unos matorrales y unas bolsas de quién sabe qué. Osea, la triste imagen del Abandono.
Quiero hacer un llamado a la gente de San Nicolás que no dejemos caer este servicio del gobierno. Hay que defender lo que es nuestro
