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POR ROCIO MONTALVO
Dirigente de Unete Pueblo
Como muchos de ustedes saben mi familia es taxista desde la generación de mi abuelito Salomón Montalvo, él empezó en este ramo cuando fue desempleado, trabajaba para una agencia de carros y hasta cerró y liquidó a sus empleados con carros; mi abuelo había tomado la decisión de venderlos, sin embargo no fue fácil, en el paso de los meses los vecinos de la colonia al ver los carros afuera de la casa de mi abuelito iban a solicitar el servicio por una emergencia y porque en aquel entonces no había camiones aun en esa zona; y fue así como empezó de taxista, empezaron a correr la voz en las colonias y vecinos pensionados y desempleados empezaron a trabajar llevando carreras, los vecinos caminaban hasta la casa de mi abuelito para que los llevaran a su destino, se formó una base de taxis al paso de los años, mi padre y tíos se hacen cargo de la base de taxis donde trabajaba puro chofer, osea propietario de carro, en la base de mi abuelo ser chofer es una profesión donde hay reglas desde uniformes hasta la atención al usuario; me da gusto decir que después de 50 años y cuatro generaciones los clientes siguen permanentes, al paso de los años hicieron una reforma de ley donde aparecen las concesiones, sin embargo, muchos choferes reales propietarios de carro quedaron fuera de adquirir estas concesiones entre ellos mis familiares pues los requisitos que pedían eran lejanos a lo que económicamente ellos podían tener, intercambiaron las placas naranjas y hubieron muchas concesiones que el mismo gobierno se quedó en empresas de funcionarios, sindicalistas, etc; mi padre tuvo que ingresar de tránsito para poder solventar los gastos medicinales de la enfermedad de mi mamá ; mi hermano Cesar Montalvo quedó al frente de la base de taxis y años después mi hermano solo recuperó por medio de un juicio una concesión para su taxi; se suponía que las concesiones de taxis serían una fuente de empleo pero no fue así, los ganones fueron los funcionarios los rizzo, ancer, esteban gonzález por mencionar algunos, los taxistas lo llaman la esclavitud moderna donde al no contar con la capacidad económica para adquirir una concesión tienen que rentar taxis desde $450 peso hasta $550 pesos diarios, sin seguro, pensión, prestaciones, muchos dirán que entren a una fábrica sin embargo muchos no pueden por la edad, o escolaridad, aunque hoy en día me ha tocado conocer ingenieros, maestros, de taxistas al no conseguir empleo, hoy en día se esta por legislar la ley UBER que podría ser buena pero tiene su prietito en el arroz que si no nos ponemos abusados puede que legislen una ley que como siempre termine beneficiando a una empresa o a los que mas tienen, creo que hace falta una reforma de ley donde se le quite lo lucrativo a estas concesiones y que están sean entregadas a choferes reales de volante que se comprueban con la expedición de su licencia y años de haberla tramitado así como crédito financiero para adquirir su unidad, me había resistido entrar en el tema de los taxis sin embargo mis raíces me llaman, la ironía es que llegaron de centrales obreras de choferes desesperados y cansados de ser utilizados siempre por estas pidiendo ser escuchados y por eso apoyare esta causa.
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LOS ESCLAVOS MODERNOS…
