POR ROBERTO GUILLEN
Queridos lectores:
Años atrás, cuando su mera servilleta incursionó en el movimiento migrante, nos llevamos una serie de experiencias formidables que ahora encuentro oportuno compartir con cada uno de ustedes. Fueron logros maravillosos que conseguimos con un gran esfuerzo y un mínimo recursos, como eso de que editamos el primer medio impreso de la lucha por los derechos de los migrantes, que llevó por título Somos Migrantes. Y que meses adelante instrumentamos nuestro sitio web www.somosmigrantes. com
Desde esta plataforma propusimos al Fraile Tomás González para el Premio Internacional de Derechos Humanos Gilberto Bosques, en el lanzamiento de la primer convocatoria, a cargo a las embajadas de Francia y Alemania, resultando triunfador nuestro candidato. Pero quizás nuestro máximo logro fue escribir un libro sobre la gran trayectoria del Padre Pedro Pantoja, quien fundó un albergue para migrantes en Saltillo, y donde constatamos el rigor humanista de un apostolado, a prueba de narcos. Gracias a la Nobleza del empresario Alfonso Romo, conseguimos publicar el libro, bajo el sello de la Universidad Metropolitana de Monterrey. A la fecha no he tenido la oportunidad de manifestarle personalmente mi gratitud. Le hice llegar una misiva, pero quien sabe si la leería…bueno, como ustedes pueden ver, queridos lectores, en un tiempo relativamente corto, conseguimos conectarnos con las protagonistas del movimiento migrante en México, como lo son el fraile Tomás González, el padre Pedro Pantoja, y el Padre Alejandro Solalinde, quien tuvo la Nobleza de presentar nuestro tabloide en el Tarragona, un restaurant de la colonia Roma,en la CDMX, y donde expendían unos tintos deliciosos. Sí, vaya hermosa noche que pasamos con los camaradas de la primera linea del movimiento migrante, como lo es mi brother Federico Campbell Peña y el catalán Oriol Malló. Pero no crean que todo fue dulzura. Porque en la mañanita, al encontrarnos con Solalinde en el Museo de Memoria y Tolerancia, en la presentación del libro La Bestia, de Pedro Ultreras, así se confesó el padre con este periodista:
Los zetas nos traen en jaque, Guillen…espero poder estar en la presentación de Somos Migrantes…
Y al caer la noche, notábamos que pasaban los minutos y no llegaba Solalinde, hasta que se apareció Alberto Donis, su afable asistente que hace unos meses murió en un extraño accidente automovilístico.
Recuerdo que al entrar al Tarragona lo noté medroso y obnubilado…
Que onda brother…ya viene Solalinde?
Nos acaban de amenazar los zetas…, respondió con la voz quebrada, con un miedo que lo carcomía…
Tómate una cerveza, relájate…Dile a Solalinde que si van a venir por él, tendrán que llevarnos a todos…
