ROBERTO GUILLEN
Bien lo dice el maestro Carlos Fuentes,»cuando el tiempo urge y la historia ruge…» es preciso tomar decisiones y apuntarse con esa chispa de la Transformación que reviste toda figura del activismo social. Que nos ha dado un chingo de gusto ver al viejo Sabino- en otro tiempo funcionario de gobiernos priistas- en plena Plaza Morelos soliviantando al pueblo de México para meter en cintura y llevar ante la Justicia a quienes no estuvieron a la altura de llamarse Presidente de México. Sí, ahi estaba el viejo Sabino con sus setentaytantos años desafiando al Covid-19 y solicitando su firma a los regiomontanos, mientras una lona ilustraba los rostros rateriles y traidores de un Calderón, de un Salinas de Gortari, de un Vicente Fox, de un Zedillo, de Peña Nieto…que cuando el tiempo urge y la Historia ruge, la fiesta cívica es un diktatum y no hay pandemia que congele y detenga los anhelos de la Cuarta Transformación.
Ahi estaba el viejo Sabino…como otras tantas bellas historias que no conoceremos, pero que nos hablan de un bello resurgimiento de la mexicanidad, tomando el destino de la Patria en sus manos. Que todo acto de resignación connota el suicidio de los pueblos.Que es preciso redescubrir la Dignidad de la mexicanidad y legar un bello ejemplo para los hijos, los nietos, los vecinos, los desconocidos, los desenchufados, los acomodaticios venales, los desmemoriados,los frenáticos gilbertianos y demás fauna hundida con la varicela de lo retardatario.
Y cuando paseó por la calle Morelos, ahi estaba el viejo Sabino…