POR ROBERTO GUILLEN
A Ingrid, estudiante de periodismo
Hace unos días tuvimos la suerte de aparecernos en el centro cultural universitario Colegio Civil, donde se llevó a cabo un certamen de artes visuales, mismo que concitó la participación no solamente de los jóvenes que estudian en la facultad de Artes Visuales, sino de diversas preparatorias y facultades que conforman la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Por principio de cuentas la convocatoria me pareció una fascinante intentona, que con un toque de voluntad, visión y pasión por el Arte, con el tiempo se podrán cosechar valiosos frutos. Esa tardecina observé una escena que bien podríamos titular como LOS UNIVERSITARIOS EN LA CREACION, donde los estudiantes, acompañados de sus padres y amigos, recorrían los pasillos del recinto, mientras contemplaban las obras que participaron en el certamen. Y en eso andaba, mirujeando los trabajos de los universitarios, hasta que una figurilla en yeso atrapó mi atención. La obra lleva por título El Buda Sollozante y su autor es Adrián Almaguer, un estudiante de Artes Visuales. En este caso el Buda no flota sobre un manto de felicidad en el Más allá, sino que permanece postrado con las manos en su rostro, anunciando el llanto de la Derrota, como aquel àngel alicaído que un día contemplé en el panteón Del Carmen.
Por unos minutos permanecí flotando en un éxtasis conceptual, interpretando la Derrota del Silencio, la Derrota del Ser… hasta que me sorprendió la mirada de miel de Ingrid, una estudiante de periodismo…
