@guillenwriter
Una vez más el abogado y activista, Ernesto Villarreal Landeros hizo gala de su Estilo, buen tono y nobleza al brindarle en su espacio una festiva y suculenta comida a la abogada Matilde Olivares, una joya de humanista que en otro tiempo distinguió y enriqueció al Partido Revolucionario Institucional.
Lo que es amar un Ideal y ser fiel a una Institución: «sigo creyendo que el PRI es el mejor partido del mundo», expresa la nostalgia de una mujer priísta, como las que ya no hay, pues lo que menudea en los días corrientes es un febril chapulineo.
Y correspondería a un comunista, como lo es Villarreal Landeros, ponderar la sensibilidad de una mujer que siempre estuvo gestionando las necesidades de su pueblo.
Entre chicharrones de la Ramos, pollo, guacamole y el delicioso mezcal de los 400 conejos, las amistades de Mati, como le dicen de cariño, evocaron los tiempos de Leopoldo González Sáenz, el viejo Martínez Domínguez, Jorge Treviño, Sócrates Rizzo, Herrera Hosking,María Elena Chiapas, Gloria Mendiola y Carlota Vargas entre otras.
En la mesa también salió a relucir aquel pintoresco personaje priísta del que nunca pude escribir y cuyo destino me parecía un hechizo de novela: Pedro Estrada, el dirigente de las prostitutas. Le doy un trago a mi caballito de mezcal y brindo por la Nobleza de Villarreal Landeros: Te felicito Camarada.
