POR DANIEL BUTRUILLE
Un gobernador ausente. Un gobernador que se brinca la reunión de la Conago porque ya no es tema de él. Un gobernador que reconoce que no entiende lo que sucede en su propio estado, a sus espaldas, entre el poder legislativo y el poder judicial. Un gobernador que confunde secrecía y privacidad (¿podrá explicar la sutileza de la diferencia entre los dos conceptos?), en fin un gobernador despistado porque no ha logrado las 500,000 firmas que prometió para permanecer como gobernador legítimo del estado después del 1º de diciembre. Este es Jaime Rodríguez Calderón, el mago de la mercadotecnia que logró engañar a un millón de electores en junio de 2015 y que batalla miserablemente para mantener su imagen en este proceso de recolección de firmas. Al margen de la Ley. La democracia moderna resulta ser hija del atrevimiento de los mentirosos y del engaño de los corruptos, falsos independientes y juguetes de un sistema que los manipula como títeres. ¿Cuánto tiempo más puede seguir el engaño de los falsos independientes? ¿Será consecuente y renunciará a la gubernatura del Estado? Ni él, ni Margarita Zavala tendrán esperanzas más allá de lo que el sistema y la partidocracia les permitirán. Si el sistema estima que nos los necesita para enfrentar a AMLO, se hundirán en la indiferencia general. Si, al contrario, el sistema estima que son distractores indispensables en el proceso electoral, seguirán jugando el papel de bufón que se les ha asignado. Lo aceptan o no lo acepten. El arranque del proceso muestra una maquinaria ciega, digna del siglo XX. ¿Podrá México, con estas premisas, dejar una huella significativa en el siglo XXI? ¿Alguien en la cúspide del poder entiende lo que se está jugando? ¿Sería bueno para el país que ganará un sistema obsoleto que defiende los intereses de unos cuantos, y que perdiera el país con los intereses de todos? No creo que José Antonio Meade sea la persona adecuada para rescatar un sistema que se está hundiendo. ¿Quién entiende que con el sistema, quien se hunde es México? El pre candidato ni se percata de todo esto. Vive en una nubecita color de rosa, la cual se mantiene flotando gracias a la corrupción que el sexenio de Peña Nieto estableció cómo la herramienta necesaria para sostener el sistema. ¡Para bien, para mal o para todo lo contrario! butruilled@hotmail.com
