@guillenwriter
Se repite la historia del Virgilio que todos precisamos para adentrarnos en el nervio vital de la Aventura. Bien lo dijo Dostoievski, el hombre es un animal de costumbres. Entonces recorremos nuestro entorno de manera metódica y bovina. Descartamos la sorpresa y toda suerte de caprichosa accidentalidad. Hasta que de pronto nos vemos en un insospechado sitio , atravesados por la onírica interrogante : qué pedo con este lugar? Cómo es que estoy aquí, degustando la ventisca fresh de la noche silvestre? Así me ocurrió con el Ovni, un pintoresco bar de Juárez (nótese, ya no decimos Villa Juárez, el municipio hace tiempo que perdió su virginidad de apacible villorrio), que conocí gracias a mi brother Albertano. Si en San Pedro nos seduce el charming beauty de las sampetrinas, en Juárez se respira y goza la frescura rigotovariana del qui-ta-te la mas-cara y ven a bailar; qui-ta-te la mas-cara y ven a gozar…ja. El Ovni de Juárez como un relajante corralón sin amarras que despega al ritmo de los Cardenales de Nuevo León y su Belleza de Cantina. La Belleza de la Noche Silvestre en Juárez, nos dice que no necesariamente se precisa de espejos biselados y cadeneros fantoches para vibrar y gozar con la cultura norestense, que también nos brinda verdades de antología, mientras pasas la mano por el talle de tu pareja: El-Amor-mi-querida-señora, con nada se compra. La Magia del Ovni como la abolición de las etiquetas. Quizás por eso el flirteo flota como una imperceptible nube que oscila en las coquetas miradas por sucumbir a la humedad del Deseo. Y claro, era cuestión de tiempo para que sobre nuestra mesa se aparecieran las mariposas de Juárez.
Aaaaahhh…la insospechada estética de la noche silvestre. Fluye los tragos y que venga otro cubetazo. Esto ya se puso bien ripsteinteano, nos advierte Albertano al ver la exótica mariposa que sobre nuestra mesa, ahora revoletea, pero para ser un poquito más aproximado en la descripción, más bien sus movimientos cómicamente lerdos me trasladan con una gallina golona o con un caballo percheron. Obviamente al instante las otras ninfas nos alertan que se trata de un Personaje que vive en condición de calle, como diciendo, aaaaguaasss… Pero Albertano en vez de comportarse como el cutre regio despolitizado, responde: Entonces ya tenemos una buena tarea, hay que instrumentar un albergue y una escuela de artes y oficios para estas personas, muy buen punto, gracias.
Qué hay en la mirada de la Noche?
Un beso al aire
Un beso robado
Un Beso de Cadereyta
Las mariposas de Juárez ya quieren volar. Nos preguntan que si traemos carro. Que la Vida está en Cadereyta. Que allá hay unos bares bien chidos. Que mejor ya vámonos para allá.
Y claro que Albertano le piso al acelerador
Qué hay en la mirada de la Noche?
Un beso al aire
Un beso robado
Un Beso en Cadereyta
