POR RAÚL A. RUBIO CANO
La llegada de otro frente frío y la incapacidad para atacar el problema de la contaminación del aire por los tres niveles de gobierno y partidos corruptos que hemos venido padeciendo, obligó el sábado, a declarar una “alerta ambiental” que duró hasta ayer. Una medida que prácticamente se tradujo en bajar nuestros ritmos de actividades de personas, instituciones y empresas y para nada, ello conduce a verdaderos planteamientos para decir que de una vez por todas, se tomarían medidas para controlar esa dura contaminación que padecemos que nos lleva a ser la ciudad más afectada en su aire de México y hasta del Continente. En ocasiones, el Gobierno del Estado ha buscado mejorar en serio la calidad del aire que todos respiramos, pero resulta, que sólo ha podido imperar la maldad de unas cuantas empresas extractoras de caliza, industrias muy peligrosas de la química o metalmecánica, de la construcción y el transporte. Lo más lamentable, es que a pesar de haberse desarrollado un Atlas de Riesgo y hasta un Programa de Acción ante el Cambio Climático, Nuevo León 2010-2015, éste últimos realizado por expertos locales y en conjunto con el gobierno Británico, no digamos que hasta a El Bronco, en campaña se le entregó documento para dar un ataque a fondo a la contaminación metropolitana y del estado, pero todo ello, ha ido a parar al bote de la basura y hasta la pérdida de una millonada de dólares para la compra de equipo supuestamente moderno que mediría con mayor validez y confiabilidad la contaminación del aire metropolitano y que ahora, ya nadie sabe dónde quedaron esos billetes verdes; en fin, se demuestra así, que el poder político y no se diga el económico, están llevando a nuestra metrópoli desde hace ya buenos años, a una escenario de muerte colectiva y de destrucción ambiental sin precedente alguno en nuestra historia; muere más gente por la contaminación que por la violencia, nos dijo hace semanas el empresario Alberto Garza Santos, presidente del Observatorio del Aire del área metropolitana. En pocas palabras, hay una verdadera estrategia de muerte contra los habitantes de nuestra gran ciudad y sus ecosistemas y, que entre los dueños del Capital local y trasnacional y sus políticos a modo, éstos son personajes que conforman el poder de estas tierras, pero que si levantamos un poco la vista, nos damos cuenta que esa manera tan bárbara, tan cínica, de actuar en la economía o la política local, es en sí, la manera buda, torpe, del gran Capital para llevar a la Humanidad y la Naturaleza a su galopante sistema despiadado de valorización y destrucción; algo que desde el pasado sábado, en las redes sociales de la sociedad venezolana escribió, Julio Escalona, y que tituló “Geopolítica del caos planetario”. Julio, lo escribió para explicar las ansias de invasión del Yankee a Venezuela, pero sus ideas, también se aplican a la barbarie de unos cuantos que hoy, nos afecta a todos ¡Órale! raurubio@gmail.com
