POR RAÚL A. RUBIO CANO
Por lo visto los alcaldes metropolitanos de Monterrey (aglutinados en la Asociación Metropolitana de Alcaldes: AMA), son reflejo político del poder económico putrefacto de un capitalismo de fuerte contenido improductivo; alcaldes de una entidad metropolitana que hace mucho tiempo, olvidó ser la sede hacendosa de productividad emanada de sus industrias; una gran ciudad que dejó de ser aquella Sultana del Norte, soñadora y transformadora, para hoy, abrirse paso a la valorización de capitales especulativos, a una rapacidad sin control alguno para apoderarse de almas y bienes, importando poco el camino andado de aquella sociedad que contaba con un Estado Benefactor, emanado de la Revolución Mexicana (“Ogro filantrópico” como diría Octavio Paz); en fin, se acabaron los viejos capitanes de empresa y político educados, profesionales y, llegaron hijos y nietos, toda una parvada de Yuppies, que lo mismo invierten en actividades lícitas, pero sobre todo ilícitas, para valorizar sus herencias o para hacerse de valorizaciones fantasmas que sólo conducen a la destrucción de sus mismos capitales y no se diga de la metrópoli que brindó sus multimillonarios sustentos; sí, hoy domina una joven oligarquía especulativa, rapaz y sobre todo muy ignorante de la vida humana y de la Naturaleza, y es porque ellos viven de la valorización de capitales ficción-, la vida real les vale muy poco y, es aquí, que los funcionarios y partidos que ellos patrocinan, pues gestan alcaldes que son el reflejo de esas almas enfermas que van llevando al sistema capitalista a un callejón sin salida de alta destrucción y mala vida para todos; vamos cada día a un mundo de lo peor y estos irresponsables del gran capital y de la política, hasta se jactan de su enfermo e ilegal proceder y por lo tanto, poco les importa a tales alcaldes metropolitanos, el ser supuestos representantes de una población de más de cuatro millones de habitantes. Las pruebas son más que evidentes: alcaldes que ahora quieren reelegirse, para seguir reproduciendo y salvaguardando el interés de unos cuantos poderosos saqueadores de bienes y servicios, tanto de la economía formal como informal y que tales reelecciones están destruyendo partidos y pactos; alcaldes que no han podido controlar la contaminación del aire que respiramos, somos la ciudad más contaminada de América; alcaldes que no han podido arreglar la vialidad, vivimos en el colapso urbano; alcaldes que no han podido resolver la galopante delincuencia, porque como dice el pueblo: “son de los mismos”; alcaldes de lo peor y ahora, que los zares del desarrollo urbano ya no podrán actuar a la libre como venían haciéndola, cuando las Reformas del 115 Constitucional se los permitía y convirtieron a la ciudades de México en un desastre, ahora que se les vino encima la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano y les parará sus fechorías, pues ahora, acusan al Congreso del Estado de “no pelarlos” y de que presentarán una Controversia Constitucional ¡Vaya! Cuánto descaro de estos alcaldes, títeres del capital inmobiliario ¡Órale! raurubio@gmail.com