Kdavid Ramírez / @KdavidRmz
Lo sufrimos a diario, en los cajeros automáticos, en las máquinas dispensadoras de comida chatarra, en los estacionamientos públicos, al pagar los tacos y hasta en las tienditas de abarrotes. Tanto máquinas como humanos desconocen el nuevo billete de $100 pesos conmemorativo al Centenario de Constitución Política de México.
Y no es que el billete haya salido a la luz apenas hace unos días, sino desde el 5 de febrero pasado el Banco de México emitió el mencionado documento junto con una moneda de $20 que por absurdo que parezca no la aceptan ni los choferes de camiones urbanos en Monterrey.
Al desconocimiento de la moneda y los billetes se les aunaron las alertas en redes sociales de que los billetes eran falsificados y que circulaban en los cajeros automáticos de todo México, entregando a los inocentes usuarios de este servicio bancario billetes apócrifos.
Así que mientras son peras o manzanas los comerciantes, a fin de cuentas protegiendo el bienestar de sus negocios, rechazan pagos con los nuevos billetes de $100 y ni hablar de las monedas de $20 que no se atreven ni a tocar. De esta forma el consumidor debe buscar otra manera de pago o «feriar» el billete del Centenario por otras denominaciones que no espanten al oferente.
Todo esto puede ser sintomático de un sexenio que por estar sumido en la crisis política y económica, no ha sabido celebrar en su justa dimensión el Centenario de la Constitución Política de México, razón por la miles de personas y dispositivos electrónicos no reconocen la pieza conmemorativa como válido para comprar productos o pagar servicios, y niega un acercamiento de los ciudadanos a la Constitución Mexicana.
