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POR ROBERTO GUILLEN
Señoras y Señores:
Que anoche celebramos el Arte de la Comedia en el Foro Arcadia con la pieza las Suegras Bárbaras… Siempre Bárbaras. Que no se quién se llevó la Noche: si Marizza Mireles, una promesa starring; si el talento directriz de Fabián Rodríguez; si la versatilidad histriónica de Luis Carlos Fernández, en el papel del marido literato martirizado por los humores de su “jirafona” suegra; si Diana Perla Chapa, cuyo matiz de voz, cuya presencia en-el-escenario le confiere el relieve de una flotante plasticidad; si Fernanda Reyes, la madre latigante de Barbarita que se tirotea a sarcasmos con su consuegra witch, que la rebasa con una picardía sin limite, personificada por la actriz Rosa Estela Flores; si la frescura delirante del texto a cargo del argentino Hugo Daniel Marcos : Habemus Elenco.
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La Comedia como un tiroteo de sarcasmos para no destruirnos y aparecer salpicados en la Nota Roja.
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La dulce Barbarita y Daniel, su marido literato, sufren el asalto de la Intimidad y en consecuencia el horror de soportar a los otros… bajo unos cuantos metros cuadrados. Que ya de por sí el tira-tira entre ambos se transtorna y deviene en el frigorífico del Orgasmo- qué hay en los ojos del Deseo: Never Enough- Que doña Sara se ha encaprichado y quiere pasar la noche en el dulce nido del marriage. Que la mamá de Barbarita, con su anatomía de jirafa descarriada, ha tomado por asalto el tálamo de Romeo Julieta, versión 40 y 20, alimentada por la comezón de su vacua cinefilia. Que la mamy de Dany, el literato, ha sufrido un asalto en sus aposentos y ha caído en casa de la “impertinente mocosita” como la inesperada caca de una urraca en el parque…
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La Comedia como un parachute que nos hace flotar más allá de nuestros errores y horrores…
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Maravilla el marriage de Barbarita, que en unos cuantos metros cuadrados de su living room y durante una hora y media, aproximadamente, nos mantiene atrapados, maquillando la hipocresía matrimonial ante la tortura de soportar a los otros: el encuentro explosivo de las suegras resulta desternillante y lúdicamente placentero. De tal manera que mis carcajadas y las de los otros también forman parte del elenco y de la misma dramaturgia.
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La Comedia como la oxigenante “paideia” de Aristófanes
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Al ritmo de la Pantera Rosa desfilan la conchudez glotona, la hipocresía como un salvavidas, la Nausea de lo que no elegimos, pero que venía en el mismo paquete cuando un Beso nos embrujó… aunque…no obstante…nevertheless…en el duelo de las suegras bárbaras-siempre bárbaras- serpentea la Risa…que te saca la lengua y en un chasquido nos dice: Chicas el que no se ría…
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La Comedia como un budín triunfal que nos anuncia el Foro Arcadia en su marquesina:
Producción
Profesionalismo
Y Ponte a Gozar
