POR DANIEL BUTRUILLE
Mientras Denise Dresser pregunta ¿“Quienes somos” cuando en lugar de la indignación y la solidaridad se impone el silencio en torno a las actividades criminales que causan tantos muertos?, también podemos preguntar ¿“en qué país vivimos”, cuando los delitos relacionados con el robo de hidrocarburos son considerados cómo “no graves”? Después de cientos de miles de millones de pesos de robos, de daños incuantificables a las instalaciones de Pemex, resulta que apenas se les está ocurriendo a los senadores reformar la Constitución para que estos delitos sean considerados graves y los responsables sujetos a prisión preventiva oficiosa. Está bien que el petróleo sea de la Nación, pero de ahí a permitir que cualquiera lo extraiga de los ductos de Pemex sin que haya consecuencias legales, muestra el abismo jurídico que le falta llenar a los legisladores y a la Justicia para acabar con la barbarie de la cual se queja con justa razón Denise Dresser. Ahora resulta que el huachicoleo es una actividad tolerada, puesto que no es delito grave. Hay más ladrones de barbacoa que huachicoleros en las cárceles de México. ¿En qué se distraían los legisladores para cerrar los ojos sobre este atentado contra la integridad de la Nación? Las tareas legislativas no están debidamente jerarquizadas, más por negligencia criminal y por complicidad que por omisión; ¿cuantas gasolineras estarán con su apariencia decente y vendiendo huachicol? Los cientos de miles de millones de pesos perdidos por Pemex, no lo fueron por aquellos que reinyectan el producto robado en los circuitos comerciales oficiales. Economía ficción. Economía criminal. ¿Está la economía de México sostenida por actividades criminales? ¿Cuántas fortunas empresariales se sostienen de actividades criminales? La indignación de Denise Dresser debe crecer y manifestarse en forma de repudio hacía los gobiernos que se felicitan de manera hipócrita de sus actuaciones, cuando permiten que la economía de México se fundamente en actividades criminales. Culpables el poder ejecutivo que permite el saqueo de Pemex, los legisladores que miran de otro lado, considerando este saqueo como no grave, los jueces que cierran los ojos y sueltan cuanto bandido les entregan, y los cómplices que vuelven a comercializar mercancías robadas, haciendo beneficios inmorales. ¿En qué país vivimos? butruilled@hotmail.com
