POR ROBERTO GUILLEN
Cuando uno se toma el café con Verónica Sada, lo primero que disfruta es la diáfana franqueza que la distingue. Una franqueza de regiomontana que ahora ha configurado una organización que lleva por nombre Propuesta Ciudadana, integrada por unas 30 conciencias que buscan acelerar el proceso democrático en la entidad.
Ahora que organizaron un foro sobre la Ley de Participación Ciudadana, en el Congreso del Estado, ella y sus integrantes nos dejaron una grata impresión, que nos trasladó con aquel “Grupo San Angel”, que se conformó en la Ciudad de México con reputados personajes de la vida política como Jorge G. Castañeda, Héctor Aguilar Camín, Adolfo Aguilar Zinzer, Manuel Camacho Solís, entre muchos otros.
Y es que cuando Verónica fue diputada federal, tuvo la valiosa oportunidad de integrarse a un círculo de figuras que conformaron el llamado Foro de los Pares, donde salían sobrando las siglas de los partidos y se fomentaba el respeto a las diferencias, la libre discusión de las ideas.
Era un espacio incluyente para descubrir el ser humano que hay detrás de cada figura política, encorsetada en los ajenos intereses de partido.
Fraternalmente solían decirse entre sí:
Platiquemos de los temas
Con esta experiencia y con este espíritu es como surge Propuesta Ciudadana, también denominada como PRO.
Un proyecto signado por el perfume de lo Plural, de lo Diverso, de los buscan trascender más allá de su islote personal.
Por eso de la manera más natural así se expresa la hija de Rogelio Sada:
Yo lo que quiero es participar por mi país…quiero participar para mi país .
Pero también un proyecto que denuncia al país de la mirada gorda en que nos hemos convertido:
Tenemos que decirle a las nuevas generaciones del daño que hace la corrupción. Tenemos que concientizarlos con valores, pero no como dogmas, porque si los ciudadanos no se informan, entonces cómo pueden actuar, cómo pueden exigir; no, si los ciudadanos no se informan, no nos sirven para nada.
Instalados en un restaurant del sur de la ciudad, Verónica nos muestra una foto donde aparece con sus compañeros y compañeras, a quienes ha invitado a su casa para fortalecer los lazos de convivencia y robustecer el sentido de pertenencia.
Al tomar su celular y ver la foto, podemos percibir el espesor de un compromiso social. Un compromiso que seguramente habrá extenderse como las raíces de un árbol y permear a los diversos sectores de la sociedad.
Ante la cerrazón y el golpeteo constante que se vive entre las fuerzas políticas en la entidad, la dulce mirada de Verónica se traduce en la palabra que más ha expresado durante la entrevista. Una palabra que de pronto pareciera haber desaparecido de nuestro diccionario mental y de nuestra escala de valores:
La G e n e r o s i d ad