En esta nueva serie Incendios, Gonzalo dibuja las porpias sombras de las escenas de un pasado como si reencarnaran;asi veo su pintura, vuelta a nacer.
¿Qué nos quieren decir los rostros con sus manchas o que están quemados?Las llamaradas y el humo dejaron que la piel comenzara a derretirse como plástico.Son escenas terroríficas donde las caras están desintegradas y a las manos les faltan dedos. ¿Qué nos quiere decir Gonzalo al retratar con vivos colores escenas incompletas? Como cuando estas tratando de armar un rompecabezas o de adivinar la palabra que va dentro del recuadro de una sopa de letras, así, nos sentimos como espectadores, tratando de augurar en dónde va cada pieza ¿Qué quiere Gonzalo que descifremos en este juego, su pintura? No creo que la respuesta esté a simple vista ¿qué hay de lo que no vemos? Es como si estuviéramos hablando con el pasado de una casa o por medio de una médium conversáramos con algún muerto que no ha dejado su mensaje. Las imágenes de su pintura hablan por medio de resonancias de voces en eco en un espacio vacío de una altura inconmensurable. Los mensajes los tenemos que ir descubriendo por partes,sin desesperarnos,sin gritos,entonces,se irán clarificando con el tiempo, poco a poco, conforme se vislumbren las pistas que están allí y que a simple vista no vemos.
Si queremos adentrarnos al trabajo de Gonzalo tenemos que ser valientes. Estamos frente a escenas casi criminales y nosotros, los responsables de ver las escenas, vamos a dar el veredicto final.
En esta misma serie también nos encontramos con dibujo, El grafito es la forma más pura del lenguaje, no tiene como esconderse, no permite mancharse ni borrarse; nuevamente ¿qué nos quiere decir Gonzalo con los cuerpos yacidos en los hospitales, las cabezas sobre almohadas hundidas, los rostros en descomposición? Esta muy claro que quiere que dialoguemos de frente con nuestros temores, cuando lo es la presencia de la muerte ¡tan constante en nuestra pequeña vida! Esa sombra negra que cargamos en los hombros, ese ente que nos da la razón de vivir. Pero, ¿quién es la muerte? Vamos a pasar por allí, por ese estado intangible lleno de significado, hasta Renata que es una especie de la Venus de Milo o de Tiziano, estas dos mujeres que solo quisieron que se venerara su efímera belleza. Justo así pintó Gonzalo a su propia Venus, a Renata, y todos los hombres haciéndole reverencia en llanto, pues ella está en una especie de atadúd con vestidura.
La muerte lo inevitable; la desintegración de lo humanamente conocido, la desaparición del tiempo, la evocación desesperada, lo pútrido, lo enfermo, la disociación de la razón, el adiós final.La muerte. La que se rie a diario de nuestros planes, la que encontramos por segundos asomándose al espejo; la que no pregunta, la que se aparece; a la que las decisiones la hacen reir fuertemente a carcajadas de pesadilla, esas que se gritan sin dientes y con la lengua de fuera; la que no toma importancia a las decisiones humanas, esa calaca que se burla sin piedad alguna. La muerte, a la que le tememos todos sin importar lo culto que seamos. La muerte. La enemiga de los que sienten que la vida se va como el agua entre los dedos, en la nada. Asi estamos todos, esperando a la dentuda a que pase por nosotros o nos susurre algo inimaginable y desconocido.
Sigmund Freud curó las fobias de sus pacientes despertando los sueños. El inconsciente colectivo es la parte más vulnerable y certera del lenguaje puramente humano. La muerte, el símbolo por excelencia del terreno privado del hombre que se permea en el aire, el intruso diario que escribe o pinta por nosotros, esa que nos dicta la sentencia diaria de nuestra ordinaria vida, es la última coronación a la que todos vamos asistir.
MARA SEPULVEDA
Garelista
INCENDIOS
