Xavier Araiza
Los ciudadanos de cabeza enajenada, los conformistas del Establishment que adoran al God Money, los predicadores del mundo feliz con ideas totalitarias que anuncian ciudades-campos de concentración, los intelectuales Salchichitas y los periodistas Pop Corn anclados en los dogmas con olor a naftalina, han sepultado innumerables veces al bicentenario Karl Marx.
Al autor del libro Das Kapital, le han diagnosticado muerte histórica-filosófica-política-económica. Pero el personaje resiste y se divierte con sus sepultureros, como sólo lo sabe hacer un muerto ficticio, profesional del humor negro, que sale a pasear su fantasma por el mundo, de cuando en cuando, sobre todo ahora en la grave crisis del capitalismo depredador del siglo XXI que anuncia otra recesión económica que se combina con la expansión internacional del virus súbitamente famoso.
El virus, ya muy popular y temido, es un Bichito invisible y aristocrático, lleva corona en la testa y se pasea por el planeta poblado por ciudadanos paranoicos, al borde de un ataque de histeria con la saturación, hasta la náusea, de espectáculos que fetichizan la violencia.
Se vive y se muere el mundo globalizado del siglo XXI que ha experimentado, al límite, la explotación del hombre y la naturaleza, el neocolonialismo y las guerras de rapiña, el racismo y la xenofobia, el patriarcalismo, como formas de la violencia y la contradicción.
Estos son tiempos para nuevas tragedias griegas y Shakesperianas, espacios donde cobran fuerza las piezas teatrales de Samuel Beckett, Jean-Paul Sartre, Bertolt Brecht.
Según la teoría de Marx, la lucha de clases siempre estuvo ahí, y sigue aquí más evidente que nunca. El capitalismo es un virus que -rápida o lentamente- mata millones de personas.Y lleva cinco siglos haciéndolo.
El Bichito Aristócrata no matará tantos ciudadanos del mundo. Según la ciencia médica, durará varios meses, y se encontrará la vacuna (¿habrá vacuna contra el virus capitalista?).
Por lo pronto, para combatirlo, entre necesarias medidas científicas y sensatas, se ha generado el pánico colectivo, cálculo político mezquino y siniestro: miedo patológico, consumo irracional, enclaustramiento, cierre de fronteras, rumores, noticias falsas y manipulación mediática. Y la suspensión de clases en las escuelas.
La pandemia del Virus Rey es producto de mutación genética, fenómeno biológico.
La pandemia de las clases sociales y sus luchas, tienen que ver con el capitalismo y sus contradicciones que descubrió Marx en sus investigaciones teóricas y prácticas.
¿Será posible erradicar las dos pandemias? ¿Estamos condenados al apocalipsis?: No al apocalipsis bíblico, sino al que se anuncia en la sociedad que idolatra al Capital.
(NOTA. Sobre el tema del capitalismo, el stalinismo, el fascismo… y sus desastres en los siglos XIX, XX y XXI, pronto publicaré aquí, en cuatro capítulos, mi pieza teatral MARX & BAKUNIN).