@guillenwriter
Fue una mañanita de película. Ensayar la Cultura de la Conversación con Roberto Medina es internarse en el corazón de la sociedad mexicana y sus sinuosas problemáticas. Hablamos de un buen mexicano que sabe tejer sus alianzas y lo distingue el buen tono,que habrá de convertirlo en el operador de oro de la 4T.
Y esa mañanita, el Monsieur Cinema que soy, habría de atestiguar un bello suceso , en el Cafelito de Monterrey. Resulta que de pronto el Dios Tlaloc se dejó caer y milagrosamente el cielo de Monterrey nos volvía a bendecir. Y entre la ventisca y la lluvia se nos apareció un personaje de indumentaria raída y sucia,que cargaba un osito de peluche, como si fuera un Niño Dios.
Ay!
Ay!
Llueve muy feo!
Llueve muy feo
Ayudenme!
Ayúdenme!
Quiero una moneda!
Quiero un Café!
Si, quiero un café, estar aquí, no me quiero ir…
Allá afuera llueve muy feo…
Ay!
Ay!
Claro que mi amiga Luna, la chica que nos atiende en El Cafelito, se alteró y le aseveró a la criatura que no era el espacio propicio, pero cuando el personaje urbano estaba por abandonar el lugar, lo salvó la bonhomia de Roberto «El Oso» Medina.
«Por favor sirvale un café, yo se lo invito», intervino como una humanista campana salvadora.
«Y también sirvale un pan», agregó «El Oso Medina «, pero el personaje raro, que de pronto le daba por monologar en inglés, muy digno dejo escapar lo inesperado:
No, con un café es suficiente…
