POR DANIEL BUTRUILLE
Mauricio Fernández es un mal maestro y un pésimo ejemplo para sus colegas de la AMA. Por bocón, porque a él nadie le dice lo que tiene que hacer, rechazó los lineamientos de “Alcalde, ¿Cómo vamos?” que había aceptado cómo candidato (con su firma, ¿vale algo su firma?) y arrastró con él los otros alcaldes, prepotentes, recién electos, gallitos todos (con una gallina). Propició que se tambaleará un proceso de rendición de cuentas que si bien no era impecable, tenía el mérito de existir y de ser un instrumento ciudadano para establecer diálogo a nombre de la democracia que todos profesan y procurar mejorar los servicios municipales. Un mecanismo para acercar las autoridades electas de sus electores. Mauricio sembró el desorden. Ayer, la plataforma “Alcalde, ¿Cómo vamos?” presentó los resultados de su evaluación periódica. ¿Y saben qué? De 8 municipios, solamente tres cumplieron con la entrega de la información completa. San Pedro, Santa Catarina y Apodaca. ¿Y los demás municipios? Sus alcaldes creyeron que Mauricio hablaba en serio, y se aventaron la puntada de no contestar. Mauricio sabe que los ciudadanos de San Pedro no le perdonarían si no participara (por lo menos en apariencia) en el juego de la rendición de cuentas. Alborota a los colegas desprevenidos, pero, él, sí, hace la tarea, como buen alumno. ¡Y qué bueno para San Pedro, que sigue cumpliendo con sus compromisos, a pesar de las habladas de su alcalde! Qué malo para los ingenuos inocentes que se dejaron engañar, no contestaron las solicitudes de información de la plataforma “Alcalde, ¿Cómo vamos?” y aparecen cómo malos servidores públicos, que rechazan la rendición de cuentas, y que como Adrián de la Garza, afirma “que no va a acudir al diálogo público y que no volverá a llenar los formatos que solicita ésta para hacer una evaluación. No podemos distraer personal nuestro para estar haciendo el trabajo de ellos». Ahora, resulta que para Adrián de la Garza, alcalde en función de Monterrey, (tercera ciudad del país) informar es hacer el trabajo de los otros. Obviamente, Rodrigo Medina no lo había acostumbrado a estos procedimientos. ¿Informar? ¿Para qué? Ni hablemos de Francisco Cienfuegos, alcalde de Guadalupe que tampoco se dignó en contestar las preguntas de los ciudadanos. No se escapan los otros tres. Cuando los tiempos cambiaron, que existe la reelección, las bravuconadas de estos malos funcionarios públicos les van a quitar la chamba. Ojalá, así sea. La plataforma no será todo lo excelente que quisiéramos, pero sigue siendo la expresión de la ciudadanía. No se vale enviar a la ciudadanía por un tubo como lo hacen los alcaldes de Monterrey y de Guadalupe. El veredicto electoral se los demostrará. Avanzamos despacio. Pero avanzaremos. butruilled@hotmail.com