POR ROBERTO GUILLEN
Ahhhh,,,que Noche
Sí, que Noche, queridos lectores. Quien sabe que puerta celestial se abrió esa noche bajo cielo de Monterrey, que la gozamos en grande con la presentación del catálogo que el Conarte tuvo a bien editarle a la gran Esther González. Que abrazamos la Humildad del maestro Ceniceros. Que presenciamos la pasión de Rocío Castelo por el Arte; que dimensionó con profesionalismo y generosidad la obra de Esther. Y que gozamos de la compañía de Cristina Sada, quien revestida de una Alegría espiritual nos comentó del concierto que organizó en el auditorio San Pedro, con el objetivo de auxiliar a quienes padecieron los pataleos de la Naturaleza en Oaxaca.
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Como se lo dije a mi camarada Andrés Vela en el Contagio de la Imaginación, el Catálogo de Esther es un bello triunfo del Conarte y de la Ciudad. Sí, un triunfo que va más allá de los contertulios en-la-burocracia, y otras greguerías de la cotidianidad
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Salú
Salú
brindaba con los cocteleros de la Noche, algunos de los cuales me han sorprendido con su punzante Conversación.
Y en esa estábamos, hablando de Mead el vacuo, cuando de pronto tenía a mi lado el rostro del maestro Ceniceros. Hablamos del Renacimiento de Giotto en la obra de Esther. De aquella sacralidad poética que ahora te ofertan como un chinesco llavero de bolsillo. Hablamos de mi admirado Manuel Durón y del libro que escribí sobre el promotor cultural Francisco Guzmán del Bosque, y que la UANL tuvo a bien publicar.
Salú
Salú
…y en esa estábamos, hablando de Mead el vacuo, cuando fabulosamente Ella se viene aproximando a nosotros…si, viene para acá, si viene con con nosotros, Carlitos, mira viene con nosotros la Belleza Burbujeante de Cristina Sada
Salú
Salú
expresaban mis cuerdas vocales cuando pronunciaba el nombre de Francisco Toledo
Salú
Salú
musitaban mis mis papilas gustativas cuando mencionaba al Dr. Lakra
Salú
Salú
que ya se dibuja la égida de Irma Salinas Rocha