ROBERTO GUILLEN
Ni panchito gonzález (Milenio-Chic); ni Mr. Junco (El Norte-Sierra Madre); ni el Horizonte (Salinas Pliego-Look) suelen aparecerse para otear y oliscar lo que se gesta en los museos y galerias de San Pedro. Ahhh…pero eso sí, ahi estan los fotógrafos manumisos de estos tres medios, a la caza de las caritas más bonitas, las caritas más blanquittas, las caritas con ojos de color green, las caritas con ojos de color blue, las caritas que tienen la carita blossom de que nunca han trabajado en su vida. Y es que las marquesinas de la frivolidad así lo dictan. No les interesa qué piensan, ni qué sienten las inquietantes estampas de San Pedro.Puro flashazo.La pose. Lo que importa es la pose mamalona. Al menos asi lo volví a constatar la otra Noche en el museo El Centenario, donde gozamos de un performace donde me vi retratado en mis años estudiantes de la facultad de ciencias de la comunicación, con la salvedad que en mi caso simulaba ese feto-fatal que rompe su mundillo maternal que nos recuerda a Hermann Hesse: para conocer el mundo, es preciso roper el cascaron. Esa noche El abarrotado Centenario nos brindaba la rabia de una Mujer que decide romper el huevo, salirse del e-s-q-u-e-m-a. Dibujar con los movimientos de su cuerpo y la rabia gutural de su voz, la palabra r-e-b-e-l-d-i-a…pero no llegó panchito gonzález, ni mr junco, ni el dueño del chorizonte. No llegaron al municipio mas rico de América Latina donde dicen que hay mas automoviles que seres humanos. Que Alegría ver al Centenario hasta el tronco. Que victoria la de doña Martha Sañudo.Neta que sí.