POR ROBERTO GUILLEN
@PODERyBelleza
¿Qué hay detrás del brillo estelar de un Artista?
¿Qué otros esfuerzos contribuyen a la conformación de una Figura?
¿Qué es lo que pocas veces se menciona en la gran Noche de los Artistas?
Mientras viajo en el metro de la ciudad me ronronean estas interrogantes, luego de que mi camarada Blanquitta Guzmán me presentó a su hija Irazema Martínez, quien fue invitada al vigèsimo aniversario de la Cinéteca-Fototeca de Monterrey, donde allá por el 2001 fungió como coordinadora de la fototeca, y cultivó la amistad de artistas como Aristeo Jiménez y Pedro Valtierra, entre otros.
Instalados en el Restaurant «Al», la otrora funcionaria nos cuenta de las vicisitudes que reviste la función pública en el ámbito de la cultura.La observamos con un gesto de Gratitud al ser invitada al festejo de aniversario. También descubrimos en Irazema el perfil directivo que precisa toda institución para prestigiar la función pública, que dicho sea paso, continúa con su formación en el Instituto Politécnico de la Ciudad de México, donde actualmente cursa una maestría en Administración y Políticas Públicas.
Al hacer un retro de su función en el cargo, nos comenta del fotógrafo Alberto Flores Varela, cuyos trabajos fueron rescatados y debidamente archivados, como un acervo de la fototeca. En Ella palpita un pertinaz profesionalismo por apuntalar, en primera instancia, a los artistas de la localidad.»Hagamos comunidad…construyamos comunidad»…pareciera musitar su mirada de terciopelo.
