POR ROBERTO GUILLEN
De nueve a 10 de la mañana y de lunes a viernes, el pastelero Félix Estrello se deja ver en la esquina de 5 de mayo y Zaragoza para protestar por el cambio de frecuencia que le aplicaron a la radio cultural, conocida como OPUS 102.1
¿A poco usted escuchaba esa estación?, pregunta el reportero al personaje que solitariamente esgrime su matraca para concitar el accionar de los claxons, junto al palacio donde despacha el decepcionante Bronco.
Claro, tenía como 30 años de estarla escuchando, día tras día…, comenta el exempleado de la pastelería Tatangelo
¿Y qué se siente que de golpe y porrazo la mandaron para otra frecuencia?
Pues me sentí como un huérfano…como si de pronto hubieras perdido un ser querido…imagínate tantos años de escuchar la estación, ya era como una compañera… una compañera que nos quitaron de una manera arbitraria, porque el Bronco no nos consultó a la población, al menos a mi no me preguntaron…
¿Y qué piensa hacer?
Fíjese que el otro día vino a verme Manuel González…pero no pasó nada…no solucionó nada…
¿A poco usted cree que esto tenga solución?
Pues por lo menos yo ya fui a derechos humanos para presentar una denuncia, y también hablé con los de IFETEL…porque no es justo lo que nos hizo el Bronco…
¿Y no se siente solo…? ¿Qué se siente ser el único que protesta a favor de una radio cultural bajo el cielo de Monterrey?
Pues no soy el único…mire…mire…como los automovilistas me apoyan…