Queridos lectores, a continuación les presentamos una breve anécdota de lo que la sensibilidad humanista de María Luisa Nava hace por la niñez mexicana, a través de su organización, Unidos por los Niños:
Kevin, el niño que jugaba con la tierra. Él es Kevin allá por diciembre de 2014, él jugaba con la tierra del baldío a lado de su casa, si se puede llamar casa a un montón de láminas como techo y una cobija como pared… un día después de navidad, llegó mucha gente extraña con narices rojas y un mundo de juguetes, el solo volteó a ver, una señora muy sonriente lo vio y le puso en sus manos una hermosa pelota roja, un camioncito y muchos soldaditos, cabe decir que…si hay necesidad de definir la felicidad este es buen momento. Se terminó la música, se fueron las señoras de nariz roja y Kevin volvió a jugar en la tierra pero ahora poniéndola encima de su camión amarillo, al interior de su casa sus padres organizaban un viaje a su natal San Luis, en la camioneta del compadre, así salía más barato entre todos pagarían.
Dos días después salieron las 2 familias para solo volver con menos integrantes, Kevin y su padre perdieron la vida en la carretera, los demás niños salieron golpeados pero vivos.
Un mes después esas señoras de nariz roja, volvieron a las casitas de lámina, pero en esta ocasión buscando a Kevin, así sin saber ni su nombre, solo mostraban la foto a las señoras del barrio, a los niños y a quien se encontraran en el camino, un niño lo reconoció, era su vecino…
Es el Kevin yo lo conocía!!
Dime donde vive dijo, la señora…
Es Kevin pero ya se murió, se murió en navidad iba con su familia también su papa se murió…allá vivía., dijo señalando una casita de la derecha de la callecilla empedrada…
Su madre y su abuela con ojos llorosos contaron como después de la fiesta de navidad viajaron a su tierra, y pasando San Roberto la camioneta de redilas donde iban las 2 familias se volcó, muriendo el niño y su padre. Las señoras de nariz roja ya no pudieron decirle que buscaban a Kevin porque después de la entrega de juguetes gracias al internet, una dama de Estados Unidos vio su foto donde jugaba con la tierra y se conmovió tanto, que deseaba apoyarlo, conocerlo, darle lo necesario para que este niño de ojos tristes saliera adelante en la vida y necesitaba hablar con los padres del niño para brindarle su ayuda, Kevin ya no pudo sonreír.
Desde entonces, cada que la señora de nariz roja ve con tristeza esta foto, solo le brillan los ojos al pensar lo que pudo ser y no fue para Kevin, el niño que jugaba con la tierra.