@guillenwriter
Su inquietud humanista por hacer de la Ciencia un bálsamo al servicio de la humanidad, lo ha llevado al Hogar de la Misericordia para obsequiar el producto de sus investigaciones: un ungüento de lavanda para todas las abuelitas y abuelitos de México.
Se trata de Guillermo Eusebio García Prado, un chavito que bajo la sabia directriz de sus padres (ambos docentes), ha tenido la sensibilidad y el ingenio para crear un producto cuyos destinatarios reviste un profundo sentido humanista. Su actividad se inscribe dentro del proyecto PAUTA (Programa Adopta un Talento)
Con una cajita, tipo lonchera, el futuro científico humanista arriba al Hogar de la Misericordia para entregar a la monja Maria del Rayo una dotación de su ingenio y corazón. La novelesca escena es presenciada por una treintena de adultos mayores, quienes al quedar en el desamparo total han sido rescatados por el Hogar de la Misericordia. El periodista iconoclasta flota en una buñeleana burbuja fílmica. Abuelitas y abuelitos que perdieron todo lazo familiar, pero ha llegado Eusebio, el chavito científico humanista, como el nieto universal de todos los abuelitos abandonados. Como recordando Coco, aquella peli de dibujos animados, Eusebio reivindica la mexicana Generosidad que somos
Y cuando le pregunto en el mismo Hogar de la Misericordia por el motivo que lo impulsó a crear el ungüento de lavanda, asi nos responde:
Es que yo quiero aliviar sus dolores…
