Por Lupita Rodríguez Martínez
Monterrey.- Nuestro agradecimiento a los expertos ponentes de 30 países de tres continentes, así como a los más de mil 300 participantes en el 17° Encuentro Internacional de Educación Inicial y Preescolar, por la convicción de hacer una jornada única especial y con grandes resultados para la niñez.
A todos ellos expresamos nuestro cariño y reconocimiento en la Gran Sala del Teatro de la Ciudad de Monterrey, sede del Encuentro que los Centros de Desarrollo Infantil del Frente Popular “Tierra y Libertad” llevamos a cabo del 12 al 14 de octubre, no sólo por el amor para entregar su tiempo y esfuerzo, sino por compartir sus saberes y conocimientos.
Es triple su mérito y ejemplo para quienes compartimos la experiencia y el compromiso de transformar sus investigaciones y propuestas en acciones concretas de leyes, políticas públicas, programas de gobierno, servicios de atención y prácticas educativas que beneficien a la primera infancia.
Son propuestas para quienes trabajan día a día con la niñez, las conviertan en herramientas para mejorar la práctica educativa, fortalezcan sus capacidades y cumplan mejor sus funciones.
He aquí la Relatoría del 17° Encuentro en apretada síntesis:
El bienestar de las sociedades del futuro depende de lo que hagamos hoy para aprovechar las políticas y prácticas que apoyen a las familias y a los niños. Ahora, decía Fraser Mustard, experto neuro-educador, tenemos la ciencia, mas necesitamos con urgencia ir con ella para hacer más y mejor la traducción de esa ciencia en acción a favor de niñas y niños.
La educación temprana de la niñez es ante todo una opción política y social. Es un desafío para la acción que requiere una agenda de trabajo para los próximos 15 años e implica fomentar su comprensión y consciencia global con: políticas públicas sólidas y efectivas; compromisos financieros de los Estados con presupuestos suficientes; calidad de los programas con la formación adecuada de los responsables y con competencias sobre desarrollo humano; integración de dos generaciones en ideales, conocimientos y habilidades para empoderar a las familias y a los niños y, monitoreo de los programas y evaluar su impacto en el desarrollo de la primera infancia y a largo plazo en el capital humano de todos y de todas.
El desarrollo y aprendizaje temprano de niñas y niños se inicia desde la gestación, o posiblemente antes, y hasta los seis años. Existe evidencia que demuestra que a partir de ahí puede construirse una base sólida para generar habilidades cognitivas, bienestar emocional, competencia social y buena salud física y mental de ser humano, con mejores resultados si todo esto se hace con la participación de la familia y de la comunidad.
La buena salud y la nutrición son la base para la arquitectura del cuerpo y del cerebro durante los períodos más sensibles del desarrollo, con la necesidad de respetar la diversidad y cuidar el ambiente de aprendizaje para lograr las competencias del niño, la familia, la comunidad y la sociedad en general, siendo crucial contar con una política nacional de Estado que garantice la inversión suficiente y sostenida para atender la demanda de la niñez, en forma directa o mediante intercambios para asegurar una respuesta coherente con los principios para promover el desarrollo infantil temprano.
Además, son necesarios sistemas de información muy sólidos sobre el contexto económico, social y político donde nacen, crecen, aprenden y se desarrollan nuestros niños y niñas, así como la coordinación y vinculación intersectorial en las actividades de crianza, cuidado y protección integral.
En la relación niño-adulto el vínculo del afecto es determinante para reforzar la identidad, autonomía y preparación para el aprendizaje, donde el juego ayuda a formar ciudadanos globales para el Siglo XXI, previendo que deben ser innovadores, colaboradores, pensadores, libres, críticos y capaces de resolver los problemas que se avecinan dentro de 20 o 30 años.
Por ello, a propuesta del Comité Científico del Encuentro pusimos a consideración la neuroeducación, el lenguaje y el curriculum infantil, como ejes centrales para el 2018, por ser temas pertinentes y que van de acuerdo con las necesidades y con el trayecto que ha seguido la educación temprana en el mundo y en nuestro país, buscando desarrollar programas con una visión multidisciplinaria para cerrar la brecha entre investigación y acción y, sobre todo, para profundizar en la práctica docente efectiva y afectiva.
Tras 17 años, el Encuentro Internacional de Educación Inicial y Preescolar se ha posicionado y consolidado como el único espacio especializado en el abordaje del desarrollo de la primera infancia con mayor permanencia y convocatoria del mundo, en donde se dan citan los grandes personajes cada año.
En los Cendis estamos en pie de lucha para impulsar una educación con equidad, respeto a la diversidad y a los derechos de toda la niñez.