En mi papel de Profeta Desalmado, pregunto:
¿Quién duda que el fantasma de Marx recorre el mundo… de la globalización capitalista que se derrumba ante nuestros ojos, nos arrastra en la caída, nos sumerge en el caos y pone en riesgo la continuidad de la vida en el planeta tierra?
¿Quién niega que el sistema económico-político basado en la explotación irracional de los hombres y la naturaleza acelera la contaminación atmosférica, el rápido calentamiento global y una posible guerra nuclear?
¿Quién cree que sin la crítica al dinero absurdo que acumula el capitalismo en su decadencia y el tecnocratico ejercicio del pecado capital de la Avaricia, llegaremos al paraíso (que fantasean sus ideólogos) de la democracia y las buenas maneras humanas y libertarias?
¿Quién piensa que existe el Ciudadano Vacío, sin ideología e intereses políticos?: ese ciudadano sin ideas, emociones, imaginacion, deseos, NO existe y en la realidad se enmascara en la prédica mediática de la democracia abstracta, sin adjetivos, ficticia.
No son tiempos estos para ingenuidades, sentimentalismo melodramático, ñoñería ciudadana.
Pronto me verán en la divertida pieza titulada «La Fiesta de los Filósofos o el cumpleaños del Marqués de Sade» en compañía de Marx, Sade, Simone de Beauvoir, Sartre, Nietzsche, Freud y una tal Marlen Dietrich, entre otros personajes teatrales con mucho sentido del humor.