ROBERTO GUILLEN
Lo que tuvo que pasar para que el gobernador Samuel García se ponga las pilas, le calle la boca a su hablantín secretario de seguridad, y anuncie medidas serias para luchar contra la monstruosidad de las jovencitas que de pronto desaperecen…o aparecen muertas como Marifer, cuyo padre ya tenía localizado el punto donde se encontraba, pero inexplicablemente las autoridades se rehusaron a comprender la desesperación de una familia regiomontana. Entonces la palabra que describe la crispación en las redes sociales y que se hizo manifiesta en la misma puerta del Palacio de Gobierno, es I-n-d-i-g-n-a-c-i-ó-n.
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Y explotó la bomba de lo irremediable.Que nada surge por generación espontánea. Tantos agravios irresolutos. Tantas lágrimas derramadas y tanta indiferencia gubernamental. La lumbre como película kármica. El feminismo como categoría subversiva.
Un revelador graffiti estampado el pasado 8 de marzo en un ventanal por la calle Ocampo ya barruntaba la disputa que ahora protagoniza el Feminismo en México: «Estado Proxeneta». Sí, la lumbre como película kármica. El Feminismo como la esperada epopeya que desafía a los drenajes del Poder. Y se cumplió la profecía de este periodista iconoclasta: el Dolor de una madre que desesperadamente busca a su hijo desaparecido, tarde que temprano termina por manchar la solapa del Poder.
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Horas antes de la quemazón, este periodista iconoclasta se encontraba departiendo en el Colegio de Abogados Advocati Justitia,cuando de pronto surgió el calamitoso tema de las desaparecidas en tiempos del llamado «movimiento ciudadano». Y entre la concurrencia había una abogada procedente de Nuevo Laredo, a quien se le ocurrió decir que en esa ciudad fronteriza eso pasaba todos los días y que ya estaban a costumbrados a ese tipo de monstruosidades. Casi, casi nomás le faltó su abanico para espantarse las moscas de un aburrimiento existencial.
Entonces este periodista iconoclasta aprovechó el instante para pronunciar su profética verdad:
Monterrey no es Nuevo Laredo, y hoy en la tarde las feministas lo van a demostrar…