POR RAÚL A. RUBIO CANO
Todo a punto de turrón, ya está. Y, el próximo martes 19 de septiembre a las 19 horas, en el Centro Cultural Universitario Colegio Civil de la UANL, a un día de la fecha para conmemorar la tercera fundación de Monterrey (20 de septiembre de 1596), se presentará el libro: “Poderoso señor don Luis de Carvajal y de la Cueva” del cronista de San Pedro Garza García, Carlos González Rodríguez. Ed. UANL 2017. Una investigación de muchos años y de varios viajes a los sitios donde nació y se desarrolló Carvajal, tanto en España, como Portugal. Esta obra no es cualquier cosa -porque a nuestro entender- será la herramienta fundamental que cambiará el curso de la historia oficial de la llegada a estas tierras del poderío español y colonización del noreste mexicano, en donde los Montemayor habían sido la versión dominante fundacional (mentira cultivada por Israel Cavazos y demás ilusos) y por otra parte, ayudará a aclarar el gran crimen que se cometió contra la familia de don Luis y el reparto de esa propiedad por los grupos dominantes de la época y, permitirá conectar todo ello, a la obra de don Abelardo Leal: Nuevo León: un estado sin impuesto, también publicado por nuestra máxima casa de estudios la UANL en los años ochenta del siglo pasado. La investigación de Carlos González, creemos que pondrá más que en evidencia, que lo que le quitaron a don Luis en aquellos años, fue un cuadrado de tierra de 200 leguas (836 kilómetros por 836 kilómetros) que compró a Felipe Segundo rey de España por unos 8 mil ducados (varios millones de dólares a precios de hoy) y, que eso demuestra que esa tierra era un bien privado y no una merced para fundar tal vez, la Nueva Jerusalén y que aún, esto, puede llevar a un gran pleito internacional en las Cortes de La Haya, por la descendencia de ese portugués-español indómito, al reclamarse la propiedad de ese bien privado. Igualmente, creemos que esa obra permitirá señalar fuertes fundaciones que se realizaron antes que lo que hoy conocemos como Monterrey con centenares de mineros, sus familias y tropas, como fue el caso de León (hoy Cerralvo), y fundos mineros asentados en la Sierra de Picachos, volviendo a esta Sierra no sólo un sitio de reserva ecológica que ya lo es, sino un lugar histórico por ser la tierra de los primeros asentamientos numerosos del Nuevo Reino de León, hoy Estado de Nuevo León y con ello, permitir parar legalmente, de una vez por todas, la voracidad de pedreras serviles a CEMEX y mineras extranjeras o locales. Picachos es así tierra sagrada para la historia de Nuevo León, con los resultados que nos pueda brindar la investigación de Carlos González y por último, con este trabajo sobre Carvajal, se demuestra que la UANL, es una auténtica Casa de Estudios que indaga y defiende las raíces de la identidad de los nuevoleoneses y de los habitantes del noreste mexicano ¡Órale! raurubio@gmail.com