POR RAÚL A. RUBIO CANO
En 1992 se realizó la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, con la participación de los integrantes de los jefes de los diferentes Estados del planeta, aceptando realizar acciones para la salvaguarda del mismo; 10 años después, se realizaría como consecuencia de las propuestas y acciones de la Cumbre de la Tierra de Río, la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sustentable en Johannesburgo, Sudáfrica y en donde, una de sus propuestas fue el que se implementaran en cada país Procuradores Ambientales, realidad que en el caso mexicano se trabaja con serias dificultades y por ello, en términos de justicia en temas de protección al ambiente, estamos en un espantoso abandono y por lo tanto, en un incumplimiento de acuerdos internacionales que ameritan que esa carencia sea denunciada y tratada en tribunales internacionales para que la Madre Naturaleza y sus hijos, en nuestro país, reciban la justicia pertinente para el buen vivir en los ecosistemas que hasta la fecha subsisten con grandes dificultades. Asegura el licenciado Mariano Núñez del Colegio de abogados de Nuevo León y responsable de la Comisión de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de ese Colegio, fundado en 1825, que: “Las procuradurías en nuestro país, en lugar de suplir las deficiencias de la queja, la someten a un escrutinio peor que una demanda civil, mercantil o penal y, lo que primero buscan son causales de improcedencia o incompetencia como el caso de la colonia Antigua, Las calzadas sampetrinas y lo que sucede en Fuentes del Valle, donde los vecinos además de ser víctimas por la presión y evidente peligro de grandes torres en la cima de la Loma Larga, también son tratados como delincuentes, violando el pacto social de ser representantes de la llamada Sociedad Civil, erigiéndose así, la PGR, en burócratas y transformándose en simples merolicos que en los medios masivos de comunicación, le dicen a la sociedad mexicana que presenten sus denuncias de realidades que los aquejan, pero el resultado es que según sus estadísticas es que la gente no lo hace, resultando que esto último, más bien es un problema de acceso a la Justicia, ya que tanto Naciones Unidas y las cortes de Derechos Humanos atribuyen tal falta de ejercer una cultura de la denuncia a la lentitud, negligencia, impericia de los procuradores y su personal; procuradores que son nombrados por ser amigos del presidente o gobernadores en turno y hasta de empresarios o desarrolladores urbanos; realidad de nombramiento, que en el vecino país del norte, son seleccionados por el pueblo y no por el compadrazgo de autoridades políticas en turno. El colmo de los colmos, es que la PGR estableció por presunción acusaciones a la directora de los CENDIS, delitos desde enriquecimiento ilícito, hasta terrorismo y cuando elementos de la sociedad civil asisten a la PGR la semana pasada, con pruebas de la destrucción de Antigua, se les comenta que su demanda está basada en presunciones, total, así están las cosas en eso de las procuradurías…” ¡Órale! raurubio@gmail.com