POR ANULFO LUIS CANALES FLORES
ACERCA DE OPUS 102.1:
Es comprensible, mas no justificable, que la mayoría de la población ignore o desprecie las manifestaciones culturales de alto nivel, y me refiero a todos los géneros, no sólo a la música clásica. Obvio ésto es debido a la nula importancia concedida por el gobierno a la educación y la cultura, y a el continuo e invasivo bombardeo de música chatarra comercial por los medios que no dejan casi espacio a propuestas alternativas. Lo que es intolerable es que esta indolencia también se manifieste en los profesionales de la promoción cultural.
Opus 102 es una estación de lujo, única a nivel nacional. Deberíamos estar orgullosos de que nuestro estado sea vanguardia en este campo. Un oasis entre la mierda que campea actualmente en los medios. Se ha mantenido estoicamente a través de muchos años resistiendo los embates de ruines intereses políticos que lo último que desean es la promoción de la cultura. Ninguna estación de radio a nivel nacional tiene la diversidad de programación –música clásica, folclor, flamenco, jazz, rock progresivo, blues, música del mundo, poesía, teatro, cine, literatura, música electrónica, trova, etc.- y todos estos programas producidos por especialistas del mas alto nivel; productores malpagados y en el mejor de los casos víctimas de la indiferencia y trato irrespetuoso de las sucesivas direcciones incompetentes que han tenido que sufrir. Pero ahí están; como soldados de la promoción cultural, cumpliendo una misión que va mucho más allá de la mera retribución económica, simplemente por la vocación de contribuír a la cultura nacional.
Despreciar esta entrega no sólo es una negligencia imperdonable; es un verdadero acto de ingratitud.
Y sí, lo dice un profesional que ama profundamente a la música y que no desprecia ningún género –excepto el reggatón-: La música clásica –pésele a quién le pese- es la que tiene el nivel mas alto de todos los diferentes estilos mencionados y por lo tanto debe ocupar un lugar predominante en la programación de una estación cultural. La sordera ya es otro rollo.