ROBERTO GUILLEN
@guillenwriter
Desde que incursioné en el movimiento migrante internacional nunca me había encontrado con un registro estético que expusiera de manera descarnada y sublime la condición de ser migrante, tal como nos lo presenta en el Museo Metropolitano De Monterrey, Nuevo León el artista panameño Rodney Zelenka, en su muestra que lleva por título «A ras de suelo».
Es un banquete plástico donde traza la voragine migrante, con su concomitante caos deshumanizante, que nos traslada con la experiencia propia de vivenciar tal fenómeno: el migrante es como un salmón que busca salvar la pesadilla mexicana para internarse en el llamado sueño americano… en busca de las ilusiones narcotizantes.
Yo que recorrí kilómetros en el Viacrucis del Migrante, que año con año el fraile Tomás González Castillo organiza en Tenosique, Tabasco, celebro la certera, profunda y bien lograda descriptiva visual de Rodney Zelenka.
Migration Under Red Rain es el título de esa obra que me maravilló, y que considero el rojo corazón de su punzante visión del trashumante mundo migrante, donde la existencia se reduce al amuleto de una maleta.
Hablamos de ese barco africano que surca las aguas del mediterráneo para internarse en las europas, si es que no terminan como pasto y botana de los tiburones…
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Y mientras compartía mi pasta dental con un migrante hondureño, en aquella parroquia de Tabasco, este periodista iconoclasta consiguió intelegir lo que espejea en la obra de Rodney Zelenka:
El migrante es el espejo donde se deforman los triunfalismos de la era..