POR ROBERTO GUILLEN
El tragaluz de Fernando del Collado se ha convertido en el tribunal que nunca ha existido en México. Los ametralla con preguntas crudas. El cinismo al paredón. A boca jarro. Los cachetea con una feria de interrogantes que ya no es posible escamotear bajo la corbata.
El tragaluz devela el rictus de las cloacas humanas que han gobernado México. Pero a mi me gustaría que Don Tragaluz sentara en su banquillo al padre de la impunidad en México, y también a Don Peña Nieto, alias Don Corrumpcion Style.
Los dardos eléctricos de Fernando del Collado se clavan en d el target de la hipócrita partidocracia. Y cada pregunta es una mayeutica para extirpar la pus de la corrupción.El cáncer de la impunidad.
Finalmente, el ritmo zigzagueante de la entrevista connota una meta protesta nacional por el Dolor, la Desigualdad y la orfandad de habitar en las tierras de lo fallido…