ROBERTO GUILLEN
Me interesaba dimensionar la trayectoria universitaria del maestro Ernesto Villarreal Landeros. Que durante los últimos 20 años hemos atestiguado un liderazgo en los círculos de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y del mismo seno social. Y presentamos el proyecto – como suelen decir los abogados – en tiempo y forma, ante las autoridades universitarias. Primero nos dijeron que sí, que les interesaba mucho el proyecto. Después que mejor nos esperáramos a que diera vuelta el año para incluirlo en el presupuesto y quesque para no quedar mal con el pago.Pero no hubo tal. Nos salieron que sí había dinero para imprimir el libro, pero no para quién lo iba a escribir, osea para un servidor (que ya tiene ocho obras publicadas). Claro, la pandemia haciendo estragos en los presupuestos. El caso es que después vendría el destape de la cloaca. La feria de periodicazos donde la rectoría, al frente de «El Ranchero», alias Rogelio Garza Rivera, es exhibida con una danza de millones facturados a nombre de empresas fantasma, y también a nombre de ese bochorno que se ha puesto de moda, como lo son las llamadas factureras. En el primer periodicazo del Milenio nos informaron que se trataba de 50 millones. Después el ABC nos informaría que no, que son 110 melones. Pero más tarde los sabuesos de Mr Junco le rascarían más para informarnos que el bochorno de la decadencia universitaria asciende a unos 700 millones.
Y uno se pregunta: Cómo pudo llegar la UANL a este grado de grotesca decadencia en tiempos del mentado Ranchero?
Y uno se pregunta: hasta dónde puede afectar a la comunidad universitaria, sacrificándose por pagar su cuota interna, al ver que lo que prima entre las autoridades universitarias es un individualismo atroz en busca de su estricto interés personal?
Y uno se pregunta: Entonces para que sirve esa junta de los once eunucos, perdón, perdón, de los «once notables» que se encargan de nombrar a eso llaman «rector».
Y uno se pregunta: Con qué cara se puede recibir una distinción (el caballero de la orden de no se qué…ja!) de parte del gobierno francés?
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Tal vez la respuesta la podamos encontrar en la negra verdad de siempre:
«La Universidad es la caja chica del gobernador en turno»
Osea, osea, saque usted sus propias eunucas conclusiones…ja!