No se a ustedes, pero a mi me cae mal la conducta de muchos funcionarios públicos(gobernadores,senadores, diputados, alcaldes y funcionarios chicos).
Se presentan al pueblo en buenas camionetas rodeados de escoltas como si el pueblo quisiera dañarles su reputación a pedradas y a mentadas. Policías ben armados y envalentonados, fotógrafos listos para captar abrazos a niños y besos a señoras chimuelas, asesores y ayudantes.
Llegan vestidos con buenos trajes, con joyas como adornos, con buenos celulares y siempre con mucha prisa. A mi todo ese teatro me da risa y al mismo tiempo me indigna, son servidores de la comunidad y están para ayudar a la gente, no para buscar reconocimientos o besamanos.
Llegan a los ejidos de la zona rural y a las colonias de la periferia citadina urgidos de aplausos pronunciando discursos huecos y haciendo promesas que nunca cumplen: “No se apuren en poco tempo vamos a terminar el puente, ese problema de la basura lo vamos a solucionar inmediatamente, el asunto de la inseguridad lo vamos a atender rápido confíen en nosotros, las puertas de nuestra oficina están siempre abiertas para ustedes, etcétera”.
Todo gira en torno a la foto para el face, el hashtag, la pose y la sonrisa burlona, mientras piden a gritos gel para sus limpias manos recién saludadas por el populacho acarreado.
Todo en ellos es vacío y hueco. Difícilmente hacen con la gente compromisos serios, reales y efectivos.
Esta claro que no les interesa el pueblo porque lo que buscan es hacer negocios y ganar dinero. Y es obvio que viven pensando a que puesto van a saltar (como chapulines hambrientos) tan pronto puedan.
No son exclusivos de un solo partido político, son de todos. Yo los he visto comprando votos con dinero sucio y malhabido; en fin,a mi me dan pena por lo ruin que son.
Por eso pienso que a esos gobernantes y funcionarios falsos hay que ignorarlos haciéndoles la ley del hielo. Debemos dejar de creerles, retirarles nuestros apoyos y mandarlos a «Chihuahua a un bale» o si se puede mas lejos mejor; jejejeje porque todo en ellos es falso. Y su forma de vivir es dañina para la verdadera democracia.
TEXTO TOMADO DEL LIBRO «UNA HUMILDE OPINION»
AUTOR: PADRE JOSE MANUEL GUERRERO NOYOLA
