DANIEL BUTRUILLE
El fenómeno “independiente” está teniendo fortunas diversas en el escenario político local, estatal y nacional. Iniciado hace tres años en Nuevo León con las candidaturas independientes de Jaime Rodríguez “el Bronco” para la gubernatura del Estado y de Lorenia Canavati para la alcaldía de San Pedro, entre otras candidaturas independientes, resultó en éxito arrollador para el Bronco, cómo evidencia de una clara señal de rechazo a la partidocracia y a la corrupción. En San Pedro, el honroso segundo lugar de Lorenia era ya una advertencia de un despertar ciudadano, frente a la soberbia de un PAN entregado a un solo hombre y a la pobreza de los otros partidos. Tres años después, el independiente Bronco que creyó que era capaz de dominar el país como había dominado Nuevo León, se nota destrozado por las maniobras fraudulentas a las cuales recurrió para jugar en el patio de los grandes. No se ve muy claro cómo podrá terminar un mandato estatal ensuciado de torpezas, de engaños y de pérdida total de credibilidad. Hasta su abogado personal tomó sus distancias. La historia nos dirá en que momento caerá de su silla. A nivel local de San Pedro, la construcción de la plataforma independiente se fortaleció y el independiente cosecha la labor iniciada hace tres años. Ya Miguel Treviño recibió su constancia de mayoría, demostrando que una candidatura libre de peso partidista puede ser exitosa. Enhorabuena. La ciudadanía lo ayudará a desempeñar una administración ejemplar y eficiente. En el panorama nacional, aparte del fracaso ridículo del mismo Bronco, destacan dos resultados que evidencian que los partidos no han muerto y que con su lógica de fanatismo y de ideologías confusas, siguen pesando y cerrando caminos a actores capaces, honrados y propositivos. Duele que Pedro Kumamoto haya fracasado en su intento de llegar al Senado como candidato independiente por el Estado de Jalisco. Su presencia y su capacidad de propuesta eran necesarias dentro del recinto para compensar la llegada de tantos personajes cuestionables en términos de su trayectoria y de su compromiso con el país. Otro tropiezo que duele es el de Manuel Clouthier en su intento de ganar una senaduría a título independiente por el Estado de Sinaloa. Se le cruzaron en el camino candidatos portados por el tsunami morenista. Dudo que tengan tanto que aportar como él. Los electores son más sensibles a los llamados del pastor hacía sus borregos que a las invitaciones de los independientes para refundar el país. El mensaje será de la necesidad de una urgente refundación de los partidos políticos. Los independientes están para recordar a la partidocracia que tantos abusos merecen castigo. Una verdadera democracia necesita partidos políticos. Honestos, capaces y propositivos. ¿Existen todavía? butruilled@hotmail.com
