POR RAÚL A. RUBIO CANO
La realidad del gobierno estatal de Nuevo León es gravísima, y por lo visto, nuestras instituciones ni en cuenta; porque mire usted, acaba de regresar Jaime Rodríguez al puesto de gobernador, arrastrando acusaciones por delitos electorales y como si nada. No hay quien lo pare, igualmente, tenemos 503 funcionarios del gobierno Bronco, implicados en delitos electorales por su apoyo a la campaña electoral a la Presidencia de su jefe y, tampoco pasa nada, en sí, el gobierno Bronco es en estos momentos una “cueva de delincuentes electorales” y ello, es una realidad inexistente para la Justicia en Nuevo León, porque tan grave realidad, no es impedimento alguno para que todo vuelva a su curso en ese gobierno estatal, después de la contienda electoral, como cuando no eran delincuentes electorales desde el gobernador hasta sus cientos de funcionarios. Por otra parte, el sonado caso del gobierno municipal de San Pedro Garza García, en muy diversas aristas, tampoco hay quien ponga un alto. El gobierno municipal sampetrino que preside Mauricio Fernández, derrumbó hace días la Casa de la Junta Vecinal de la Colonia del Valle, una Junta que data desde 1957 y que dio vida y sostén a esa colonia construida cual “Ciudad Jardín” por personajes como don Alberto Santos González. Ese acto de barbarie ante la histórica edificación, más, el saqueo de sus históricos archivos y dineros de esa institución vecinal, por la policía y funcionarios de Mauricio, sólo deja ver una vil venganza contra ese santuario del poder ciudadano (que también fue puesto al servicio de los vecinos por don Alberto Santos); porque resulta, que el odio jarocho de Mauricio tiene su razón de ser en que en los últimos años ha crecido en forma exponencial la conciencia y participación vecinal, ciudadana, y ello ha llevado en estas elecciones del 1 de julio a que San Pedro cuente con nuevo alcalde, el activista en pro de una sana vida municipal, el joven Miguel Treviño, mandando al carajo 30 años de dominio Panista que sólo dio por resultado que San Pedro sea una gran trampa urbana en detrimento de pobladores y Naturaleza. Más aún, este furibundo alcalde, busca además destruir áreas verdes como el Parque Tamayo y otras, para imponer la construcción de cuatro museos y exhibir sus personales colecciones a costa de los vecinos, olvidándose o, haciendo a un lado, los verdadero problemas del municipio más rico de América Latina pero, todo ello ya ha llegado a límites insoportable de existencia y hasta de vivir un falso mercado inmobiliario en detrimento del patrimonio de los sampetrinos. Así, con delincuentes en el Gobierno del Estado, desde el gobernador hasta una caterva de más de 500 funcionarios y, con un alcalde delincuente por sus atrocidades, hoy a medio día, ciudadanos sampetrinos, de la Independencia, urbanistas, abogados, y demás gente consciente, pedirán al Congreso del Estado, Juicio de Procedencia para la destitución de Poderes en el gobierno estatal de Nuevo León y el municipal de San Pedro ¡Órale! raurubio@gmail.com