POR RAÚL A. RUBIO CANO
Apenas va placeándose Miguel Treviño con su triunfo electoral para alcalde de San Pedro, y ya le llueven exigencias para que se ponga del lado de los vecinos en el caso de evitar la construcción del Museo Rufino Tamayo y demás museos que quiere realizar el alcalde Mauricio Fernández; igualmente, le exigen que tome postura a favor de la defensa de ese “santuario ciudadano” que con toda ilegalidad Mauricio derrumbó, la Casa de Juntas de los Vecinos de la Colonia del Valle; asegurando, los indignados vecinos -de lo que fuera una “Ciudad Jardín”-, que hoy, viven en un sitio tóxico por la voracidad de los Zares inmobiliarios y las autoridades corruptas municipales de San Pedro, resultando que ese municipio no sólo es zona de alto peligro para la vida por la contaminación ambiental que padece e inseguridad de muy diverso tipo; sino también, se vive un atentado al patrimonio de los vecinos en terreno y casa, por la ya deficiente vida urbana que padecen. Hasta la fecha, el mercado inmobiliario sampetrino no ha considerado realmente lo que es vivir en un municipio contaminado, con pésima vialidad, con ataques de bandas muy diversas, etcétera, pero cuando eso suceda, ese mercado se irá a la baja. Miguel, tiene la presión de la ciudadanía ante el mal gobierno de Mauricio y, la gente está consciente de que Miguel viene de cuadros orgánicos de la IP local y últimamente, de los Zares inmobiliarios, porque el año pasado, Treviño se integró a la Plataforma Urbana Monterrey (PUM) para calentar motores con Samuel García del Movimiento Ciudadano (MC) en las acciones de implementar los Distritos Urbanos (TEC, Independencia y demás de la Loma Larga y otras partes), así como, el de apropiarse del río Santa Catarina para subordinar el mismo a los intereses de urbanización de San Pedro y Monterrey, todo dentro del Plan Maestro desarrollado por la empresa gringa AECOM para el entonces Consejo Estatal de la reconstrucción de Nuevo León en 2013, que presidía Carlos Salazar Lomelín de FEMSA y que hoy, se ha transformado en el Consejo Nuevo León para la Planeación Estratégica, un “Estado de notables” de representantes empresariales, arriba del Estado Libere y Soberano de Nuevo León, toda una situación inconstitucional a la que por lo visto, no entiende Treviño o es cómplice de esa mafia del poder local que quieren valorizar sus capitales inmobiliarios a su gusto, fuera de toda óptica metropolitana y de fuerte agandalle que hasta los terrenos de la Loma Larga se los quieren agenciar. Miguel, además, se dice que logró copiosa votación no sólo del voto ciudadano, sino porque Miguel se puso de acuerdo con Mauricio y el sindicato de burócratas y recibió apoyo económico de Álvaro, hermano de Mauricio, porque al Museo Tamayo también le llevarán piezas de la madre de ambos, Doña Márgara y, por eso, el Museo Tamayo sí va con Miguel obligadamente, fallando éste al interés de la ciudadanía sampetrina de: ¡No a los museos de Mauricio! ¡Órale! raurubio@gmail.com
