POR ROBERTO GUILLEN
@PODERyBelleza
La estampa de su palmaria inconformidad por el ruinoso estado de cosas que prevalecen en el país; el cariz de una quijotesca terquedad, y su punzante discurso paulatinamente fueron incrementando una seducción que hoy aterrizamos en las presentes letras, luego de observar que Roberto Benavides, representante del MORENA, ante la Comisión Estatal Electoral, (CEE) atestigua el viraje de la Historia en México: Un Enrique Peña Nieto recorriendo los pasillos de Palacio Nacional con un Andrés Manuel López Obrador, reclamando su sitió, mientras alcanzamos atisbar la figura de un Hidalgo en una obra pictórica…
Esta mañanita lo volví a encontrar en el pleno de la CEE, como siempre, con una suerte de terquedad discursiva por incidir en la realidad mexicana, por colocar el dedo en la llaga social, por señalar la rampante corrupción de la cleptocracia…
Se nos fue Nacho Zapata
Se nos fue Orellana
Se nos fue René Alonso
Se nos fue Monsivails
Se nos fue Jaime Avilés
Pero la figura quijotesca de Roberto Benavides aún permanece entre nosotros:
Qué sentiste cuando inesperada mente aparece Mead y acepta su derrota?
No, pues dije… ya vencimos, ya ganamos…
Tantos que se nos han ido Roberto…que no alcanzaron a vivir este momento…
Si, creo que ahora ya me puedo morir a gusto